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Productividad Tertulia

Técnica Pomodoro

Cuenta la Internet, que hace más de 100 años, un tal Charles M. Schwab, que era unos de los hombres más ricos del mundo, presidente de empresas productoras de acero y barcos, el cual, estaba en continua búsqueda de la mejora en eficiencia y la productividad se reunió con un tal Ivy Lee, que era un consultor muy reputado en temas de eficiencia.

En esta reunión, el Sr Schwab reto al consultor a buscar una forma de hacer más cosas en el mismo tiempo y que este le contestó: dame 15 minutos con cada uno de tus ejecutivos y si funciona, me pagas lo que pienses que vale.

Como ya os podéis imaginar, la historia acabó con que el Sr. Ivy se saco una pasta dándoles unas recomendaciones de productividad a los empleados del Señor Schwab.

Básicamente, les propuso seguir la siguiente rutina:

  1. Al final de cada día, escribir las 6 cosas más importantes que hacer mañana
  2. Priorizarlas
  3. Al día siguiente, concentrarse en la primera, y no cambiar a otra hasta acabarla
  4. Seguir con la siguiente, si la lista no se termina, pasar la tarea a la lista del día siguiente y comenzar de nuevo por el punto 1

Hoy en día seguimos con las mismas inquietudes, y aunque debido a los superpoderes que nos da Internet, estas rutinas pueden parecer obvias, pero son raras las personas que se aplican alguna rutina de este tipo.

La técnica Pomodoro

Nuestros ordenadores son multitarea, nosotros no. Funcionamos mejor cuando estamos centrados en una única tarea, de hecho, como ya sabrás, en los cambios de contexto, cuando te distraes en tu tarea, o cambias a otra es cuando más productividad se pierde.

Y aquí es donde entra Pomodoro, que es una técnica para mantener el foco en una tarea y evitar las distracciones.

Básicamente se trata de definir bloque de 25 minutos, y con la mano el en pecho decir Juro que pase lo que pase, durante estos minutos voy a estar centrado en mi tarea y nada ni nadie lo impedirá

Y si durante el periodo, te distraes o cambian de tarea… el castigo es invalidar el pomodoro, no contabilizarlo, descansar y volver a empezar.

Cuando pasa este periodo, puede descansas un poco, unos 5 minutos; te paseas un poco, miras a la gente pasar por la ventana. Vamos, cambias de contexto para volver de nuevo a por otro bloque.

Cada 4 bloques, haces un descanso mayor, de unos 15 a 30 minutos.

Aquí tienes un enlace a la técnica:

https://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%A9cnica_Pomodoro

Me encanta, lo primero es que al partir las tareas en periodos de tiempo se hacen más digeribles, cuesta menos arrancar y sobre todo, pienso que el punto fuerte es la obligada desconexión.

La experiencia me dice que se pierde mucho tiempo cuando ya estás saturado y no lo percibes, cuando tu cabeza ya no funciona y sigues y sigues. Un descanso y a volver a la carga. El cerebro humano, el normalito, el mío por ejemplo, puede retener la concentración unos 22 minutos, por eso la mayoría de los podcast y cursos de formación suelen duran entre 15 y 30 minutos y por eso se suele ajustar el tiempo de pomodoro a 25 minutos.

Quizás el mayor inconveniente de este método es que es complicado usarlo en grupo y que no es muy recomendable para tareas creativas, donde es mejor dejar volar la cabeza que tenerla enfocada.

¿Suficientemente aburrido? Hay apps de Pomodoro que miden y gamifican la experiencia, según vas cerrando tareas, vas obteniendo logros y recibiendo reconocimientos.

Con el permiso del Señor Ivy Lee

Su método, 100 años después, sigue siendo muy bueno, pero yo me lo aplico con los siguientes cambios, a mi me funciona mejor así:

  1. Me levanto pronto, reviso los grandes objetivos, los que tengo definidos a medio y largo plazo, de ellos, saco las tres tareas que me hacen estar un poquito más cerca de alcanzarlos.
  2. A una de estas tres, le pongo la etiqueta de Juro que que no me voy a la cama sin realizarla
  3. Y cuando me enfrento a ellas, pues Pomodoro, abro la app para el móvil que tengo para cronometrarlos y 25 minutos tras 25 minutos me como la roca diaria. Acabó la principal y continuo con las siguientes.
  4. Al final del día, me hago un pequeño resumen de lo hecho y lo que ha aportado a los objetivos principales y a seguir iterando. ?

Para las tareas urgentes, o del día a día… ¡No lo uso!

Conclusiones

Se deberá a la naturaleza humana, pero nos gusta ahorrar energía y estar sometidos a inmensas cantidades de distracciones no ayuda mucho. Nos planteamos pocos retos y perdemos continuamente el foco sobre ellos, esto nos lleva a hacer muchas cosas que aportan poco valor o no profundizar en ellas.

Así, que un poco de ayuda no va mal. Con esta tecnica, te costará menos arrancar y será más productivo, ya que te vas a comprometer a estar enfocado durante todo el pomodoro. Además con práctica podrás hasta estimar el tiempo que te puede costar realizar una tarea.

¡A darle caña! ??

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